domingo, 1 de febrero de 2009

El baile del perrito

Mientras escribo, mi mamá y mi hermana ven una película de una escuela donde los jóvenes negros rompen autos y bailan hip hop. Y llega Antonio Banderas a enseñarles bailes de salón. El final de la película todos lo sabemos.

Si aún escribiera poesía de molde estaría escribiéndole al Viejito Pascuero una carta donde a cada hogar les llegue un zorro y les enseñe a bailar. Si estuviera escribiendo poesía lésbica pediría una zorra.

Pero esto no va de eso, lo de la película era una escusa para decir que en vez de estar pasando un “tiempo de calidad” junto a mi familia opto por escribir. Y esto lo aclaro para que vean que la pesada soy yo, y entonces desconfíen de mis poemas quejones donde nadie me quiere.

LLEGÓ MI HERMANA CON UNA TAZA CON HELADO, CREO QUE NO VOY A SER CAPAZ DE ESCRIBIR SOBRE LA MONSTRUOSIDAD DE LA MUJER. ALGUIEN PIENSA EN MI MIENTRAS YO LE ESCRIBO POEMAS FEOS. CADA VEZ QUEDO MÁS EN VERGÜENZA.

Reales problemas femeninos.

Hasta el día de hoy odio comprar toallas higiénicas, porque pienso que los que atienden se dan cuenta de que soy mujer, eso con la esperanza ilusa de que el resto del tiempo no lo noten. Si fuera feminista diría que es porque los comerciales de toallitas son muy pelotas y no me representan. Si es verdad, son pelotas y no me representan. Pero sucede que TODO sobre ser mujer me parece igual de pelota y lejano.

OJO ESTO NO ES UN ELOGIO A LA TRANSEXUALIDAD.
YO NUNCA HE DICHO QUE SIENDO HOMBRE ME SENTIRÍA MEJOR.

¿Mayo que te gustaría ser cuando grande?

Un animal domestico. Me sentiría tan feliz de hacer gracias cuando llegue mi amo. De mover la cola o ronronear. De ponerme de espaldas y mostrar la guatita sin tener que andar disimulando los cariños. Con las patas pa arriba mostrando el cuello y las partes tibias, para que hagan lo que quieran, incluso matarte las pulgas que son tus amigas, incluso pegarte una patá maleva. Da lo mismo, pero tu cuerpo peludo puede amar sin tener que medirse, sin tener que simular distancia. Y las horas del día se te pueden ir mientras esperas la llegada de tu amo. Mientras esperas el saludo que a veces son minutos. Comiendo todos los días el mismo pelet. Rogando por que se acuerden de cambiarte el agua. Sería feliz, durmiendo a los pies de alguien, contemplando como se hincha el cubrecama con su respiración. Sin tener que hablar para entendernos.
¿Carli se acuerda en donde actuaba esa actriz? Mi madre responde que ella actuaba en una película super mala y ridícula. Esa actriz actuaba en “La Secretaria”. MI madre no sabe que yo lloré al ver esa película. No sabe que mandé cinco mails comentándola y nadie me respondió. Nunca he logrado entenderme bien con mis amigos. Tampoco era una película tan buena, era la caricatura del fetiche masoquista, pero que diablo, a mi me hace llorar. Quiero alguien que me ponga bichos en la cama y que quiera hacerme sufrir tal como lo hacía mi otra mamá en aquellos años en que dormíamos juntas.

Le dije a un amigo que lo amaba, pero antes traté inútilmente de explicar a que me refería yo con tan común declaración. Obviamente no me resultó. Mi amigo me contesto que le aterrorizaba la ternura. Maravilloso, a mí también me aterroriza. Me dijo que unas cercanas a él lo habían notado y se habían asustado. Yo debí haber contestado que algunos cercanos a mí lo han notado y han insistido con mayor empecinamiento en abrazarme.

Damas y caballeros el conde de Saint Pirulín miente, El Principito es una mala fábula. Sospecho que me acabo de echar encima a los bellos jóvenes pop. Aquel francés se olvidó de que viene de un país de decapitaciones, aquel francés no sabe nada del horror. Yo no quiero que me domestiquen. Si ya soy mansita. Esto es muy razonable, si ustedes descubren que a alguien no le gustan los abrazos, no lo abracen y punto. Y todos felices, o casi felices o tranquilamente tristes. El romanticismo francés nos miente. El Principito y Amelie se pueden ir juntos a podar boababs. Pepe Lepuf lo vaticinó todo, pero nosotros no le dimos el rating suficiente para que siguiera advirtiendo a las generaciones venideras.

Con mi amigo vimos una película llamada May donde se desarrollaba el tema de Amelie pero todos sus “casi amores” resultan muertos. Y así tiene que ser. La gente es fea. La gente en las calles no hace musicales. Insisto Viejito Pascuero has que el zorro nos venga a enseñar a bailar. Has que venga con mujeres lindas. Y una chica como la Salma Hayek (de preferencia, vestida de Frida) me enseñe a mí.

Desde mi pieza se escuchan gritos mi madre está torturando a mi hermano, el está estítico y ella insiste en darle frutas, el vomita y ella le sigue dando. Esta obsesionada con que se trague una cucharadita más. Yo insinúo que una cucharadita no hará la diferencia. Ella me mira enojada y lo obliga a tragar tres. Cuando una madre quiere imponer su voluntad no hay quien la detenga.

Hace un tiempo traté de hacer clases en un colegio. Pero me dedique a jugar. Me enteré de que habían niños a los que le sacaban la mierda. A mí también me la sacaban y no lograron matarme. Pero mientras te están pegando uno no sabe eso y se asusta. Intenté hablar con sus mamás. Lo único que logré fue que les pegarán más, por andar acusando. Ninguno de esos niños morirá. Y para los días de las madres ellas siempre tendrán un dibujo y un beso. Las cosas son así. Nada es tan terrible, así que por favor no me arrisquen la nariz cuando se enteren de mis gustos.

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